Además, Dios dijo acerca de ellos: “Ya viene el día en que ellos volverán a ser míos. Serán mi tesoro especial, y no les haré ningún daño; los trataré como trata un padre a los hijos que le sirven”. Malaquías 3:17
Una de mis canciones favoritas es “Tu amor no es de este mundo” de Tercer Cielo. El principio de la letra dice así:
Quiero saber cuál es el motor que mueve tu amor para que sea tan intenso. Qué es lo que tengo que me amas tanto, que aunque tantas veces te he fallado y me has perdonado. No sé qué miraste en mí. Qué tengo de especial para que te entregaras así. Qué te habrá hecho descender del cielo, haber vivido tanto sufrimiento si yo no lo merezco.
¿Qué viste en mí? Fue la primera pregunta que me hice al convertirme a Cristo. Yo no entendía la inmensidad del amor de Dios y aún me cuesta entenderla. No comprendía qué es lo que quería Dios de una persona como yo. Y tal vez aún no he encontrado la respuesta correcta, pero sí he descubierto algo: Dios no te eligió por tu pasado, te eligió por tu futuro; Él no te eligió por tus raíces, sino por tus frutos.
El Señor ya sabe lo que pasará en tu futuro. Dios ya sabe para lo que te ha preparado. Desde antes que nacieras Dios te eligió. Desde el momento en que lo aceptaste en tu corazón, Dios borró tu pasado en su “memoria divina”. La Biblia lo menciona “Pero yo, que soy tu Dios, borraré todos tus pecados y no me acordaré más de todas tus rebeldías”. Isaías 43:25
Ahora piensa en tu futuro como Dios lo hace. Entrégale tus manos, tus pies, tu corazón, tu vida, sé útil para Él en todo lo que puedas. Demuestra Su amor a cada lugar en donde vayas. Si Él te ha escogido es porque sabe de las grandes cosas que eres capaz.
Quizás tomabas alcohol, te gustaban las fiestas, fumabas, tenías malas amistades y las seguías, no regresabas a tu casa porque te la pasabas en la calle. Tal vez huérfano o huérfana, tenías una familia difícil o quizás sólo sentías un vacío en tu interior. Dios no hace acepciones de personas, Su gloria y perdón es para todos. Pero por más duro y difícil que haya sido tu pasado, Él te ha escogido porque sabe que tienes un futuro brillante.
Sabe las cosas grandes que harás. Prepárate, Dios te ha elegido. Tus frutos son y serán de bendición porque eres Su hijo, Su hija. Sigue preguntándote qué fue lo que Dios vio en ti para dar a Jesús por tu vida, pero con una certeza: Él ya ha visto tu futuro y por eso te escogió. No pienses más en tu pasado como algo malo, no olvides de dónde te ha sacado Dios porque ese será tu testimonio. Pero ya no dejes que eso te detenga. Sigue adelante porque para eso Cristo te salvó, somos Su especial tesoro.
“Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea yo perfecto. Pero sí puedo decir que sigo adelante, luchando por alcanzar esa meta, pues para eso me salvó Jesucristo. Hermanos, yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer. Así que sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo”. Filipenses 3:12-14
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