Finalmente, dejen que el gran poder de Cristo les dé las fuerzas necesarias. Protéjanse con la armadura que Dios les ha dado, y así podrán resistir los ataques del diablo. Porque no luchamos contra gente como nosotros, sino contra espíritus malvados que actúan en el cielo. Ellos imponen su autoridad y su poder en el mundo actual. Por lo tanto, ¡protéjanse con la armadura completa! Así, cuando llegue el día malo, podrán resistir los ataques del enemigo y se mantendrán firmes hasta el fin. ¡Manténganse alerta! Que la verdad y la justicia de Dios los vistan y protejan como una armadura. Compartan la buena noticia de la paz; ¡estén siempre listos a anunciarla! Que su confianza en Dios los proteja como un escudo, y apague las flechas encendidas que arroja el diablo. Que la salvación los proteja como un casco, y que los defienda la palabra de Dios, que es la espada del Espíritu Santo. No se olviden de orar. Y siempre que oren a Dios, dejen que los dirija el Espíritu Santo. Manténganse en estado de alerta, y no se den por vencidos. En sus oraciones, pidan siempre por todos los que forman parte del pueblo de Dios. Efesios 6:10-18
“Fe”, “Poder”, “Verdad”, “Justicia”, “Noticia”, “Confianza”, “Salvación”, “Palabra de Dios”, “Oración”. Si te pregunto qué te acabo de nombrar, ¿Qué me dirías? Palabras, por supuesto. Una lista de palabras que tienen muchísimo valor. Pero yo te diré otra cosa, no sólo son palabras, sino que también son Armas. Las armas de Dios y de nosotros.
Si Noé no hubiera tenido fe en Dios no hubiera construido el Arca y quizás nosotros no existiríamos. Si Abraham no hubiera confiado que tendría un hijo que daría herencia a todas las naciones, tampoco hubiera sido lo mismo. Si Moisés no hubiera esperado con paciencia la tierra prometida, quizás hoy todos fuéramos esclavos de Egipto y adoraríamos a otros dioses. Todo acto en el pasado, en el presente y en el futuro, fue, es y será posible mediante estas armas de Dios.
Estos hombres, vencieron sus miedos, barreras, inquietudes, muros y todo lo que les impedía confiar en Dios, poniéndose Su armadura y caminando siempre hacia delante. Sé que a veces cuesta seguir, sé que a veces cuesta confiar, pero no debes permitir que te lastimen porque hay alguien aún más Grande que te ama y te quiere ver siempre con la vista al frente.
Este último tiempo he tenido algunos problemas en mi casa. Día tras día yo sentía que me era más difícil seguir, ya no encontraba de dónde sacar fuerzas que me motivaran a al menos cambiar mi ánimo. Y leyendo la Palabra, encontré el versículo que está allí arriba. Y entendí, entendí que no podemos salir al mundo sin ponernos esa armadura.
FE, para darle autoridad a Dios de que actúe en nuestras vidas. PODER de Cristo, para renovarnos las fuerzas como las águilas. VERDAD y JUSTICIA, para recibir con una sonrisa las críticas y ofensas, sabiendo que Dios jamás nos dejará en vergüenza. NOTICIA de la Paz, el mensaje de amor de SALVACIÓN, para anunciarlo por cada rincón del mundo y llenarlo de luz. PALABRA de Dios, para crecer, madurar y confirmar que todo saldrá a tu favor.
Y por sobre todo la ORACIÓN, la oración para reconocer que sin Su armadura, sin Su amor nada seríamos.
Reflexiona estas palabras cada vez que sientas que todo te está costando el doble. Dios te ama y te ha dado numerosas armas para que sigas caminando hacia delante.
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