Nadie podrá derrotarte jamás, porque yo te ayudaré, así como ayudé a Moisés. Nuca te fallaré ni te abandonaré. Solo te pido que seas muy fuerte y valiente. Así podrás obedecer siempre todas las leyes que te dio mi servidor Moisés. No desobedezcas ni una sola de ellas, y te irá bien por dondequiera que vayas. Nunca dejes de leer el libro de la ley; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito en todo lo que hagas. Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por donde quiera que vayas. Josué 1:5;7-9
Josué había pasado toda la vida obedeciendo las ordenes de Moisés, todo lo que él le mandaba a hacer lo cumplía al pie de la letra, era todo un ayudante, Josué era la mano derecha de Moisés. Llegó el tiempo en que Moisés murió y en su lugar subió Josué, ahora a Josué le tocaba mandar. Dios le daba las instrucciones necesarias para que él las pueda decir al pueblo y el pueblo obedezca.
Moisés murió poco antes de que tomaran la tierra que el Señor les había prometido, Dios no había olvidado su promesa, 40 años caminando en el desierto, parecería que la situación dictaba otra cosa, ¿Acaso Dios olvidó su promesa? “Dios jamás olvida lo que promete”. En todo caso nosotros olvidamos lo que Dios nos ha prometido y dejamos de buscarlas, la duda y la desobediencia nos arrebatan las promesas.
Dios le había dicho a Josué que nadie lo derrotaría, porque Él lo iba a ayudar, nunca le iba a fallar y nunca le iba a dejar. Cuando a nosotros nos dan una tarea difícil por hacer o estamos atravesando por un problema o estamos en tribulación Dios nos dice estas palabras, NADIE PODRÁ DERROTARTE JAMÁS, PORQUE YO TE AYUDARÉ, ASÍ COMO AYUDÉ A MOISES, NUNCA TE FALLARÉ NI TE ABANDONARÉ.
“Grandes palabras de aliento para tu vida”
Nosotros también tenemos que cumplir con nuestra función, no pienses que todo esto es gratis, todo tiene un precio que nosotros tenemos que pagar, un sacrificio de nuestra parte.
El Señor nos dice que tenemos que ser fuertes y también valientes, tenemos que aprender a obedecer las palabras de nuestro Señor para que nos vaya bien en donde quiera que vayamos. Nunca dejemos de leer la palabra de Dios, leamos de día y de noche, nunca nos apartemos de ella.
No solamente leerla sino también actuarla, practicarla para que tengamos éxito en todo lo que hagamos. Dios nos dice que no tengamos miedo, ÉL ES NUESTRO DIOS Y ÉL NOS AYUDARÁ.
Espera en Dios y El hará....grande, majestuoso y bello eres Señor!!
ResponderEliminar