Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas, Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?. Mateo 14: 28-31
Qué fácil es criticar a Pedro porque se hundió, porque negó a nuestro Señor, porque era un impulsivo, porque era un enojón, porque era violento y no sé cuántas cosas más.
Yo no sé ustedes, pero yo quiero ser como Pedro. Yo quiero tener ese entusiasmo para seguir a nuestro Señor. Pedro es un digno ejemplo de admiración y de amor.
Pedro se equivocó muchas veces, pero siempre seguía luchando por ser mejor día con día. Pedro nunca se rindió. El mismo día que negó a nuestro Señor, Pedro lloró amargamente.
Sí, Pedro es ese que siempre pasaría sentado en la última silla de la iglesia, porque el pastor lo tendría en disciplina. No estoy criticando a iglesias, simplemente quiero que veas la realidad, Dios te ama por lo que eres para Él. Dios no te quiere hipócrita. Dios no quiere que dentro de la iglesia seas uno y fuera seas otro. Sé tú mismo en todos lados. Pero, sobre todo sé un feliz y orgulloso hijo de Dios.
Pedro se hundió por dudar de él mismo, no por dudar de nuestro Señor. Pedro cuando vio que tenía muchos obstáculos para seguir caminando sobre el agua se asustó y se hundió. Pero, aun así, Pedro sabía a quién clamar. Es verdad que nuestro Señor le dijo hombre de poca fe, lo reprendió, pero lo salvó y lo sacó. Ese es el punto por el cual Pedro es tan especial. Pedro a pesar de todos sus errores, siempre supo que el Rey de Reyes estaba de su lado.
Jesús hará que camines sobre las aguas. Jesús te llevará a lugares impensados. Pero, más importante Jesús te quiere llevar a la calle donde está la verdadera necesidad de amor. Jesús te va llevar a que camines sobre las aguas, de ti depende creer que puedes todo en Cristo o dudar de ti mismo y hundirte.
No culpes a nadie más por tus errores, hazte cargo de cada uno de ellos. Aprende de Pedro, Él se equivocó y mucho. Pero, siempre buscaba la misericordia de Dios. Yo quiero caminar sobre las aguas con mi maestro. ¿Y tú?