Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza. 1 Timoteo 4:12
Timoteo creyó que era demasiado joven para la tarea que se le encargaba. Supongo que fue por eso que Pablo lo animó a seguir adelante en su juventud. Muchas de las veces nosotros mismos nos ponemos obstáculos que tienen que ver con el número de serie de nuestros documentos de identidad.
Y consideramos que debido a nuestra edad no podremos lograr aquello que Dios nos ha llamado a hacer. Creemos que somos muy jóvenes y que no seremos capaces de hacer las mismas cosas que una persona mayor. Y nos conformamos con creer que la madurez espiritual vendrá con la edad. Pero la realidad posee otra dimensión.
Dios quiere usarnos a ti y a mí. Nuestra juventud es una herramienta muy poderosa. No tenemos que temer ni siquiera cuando alguien ponga en duda nuestro accionar a causa de nuestra juventud.
Algunas personas con pocas luces en su cerebro creen que ser un joven cristiano es lo más aburrido que puede haber. Pero la realidad es que nuestra juventud es algo muy valioso y debemos dedicársela completamente a Dios sin que nos importe lo que digan los demás acerca de nosotros. Porque nosotros sabemos que ser cristiano es una decisión que cambió toda nuestra vida.
Tenemos que ser jóvenes de acción y decisión para que seamos un ejemplo en donde quiera que estemos. Recordemos que nuestra juventud es una gran etapa para dedicársela al Señor para conquistar a nuestros amigos y familia. Ser joven significa que en nuestra vida tomemos decisiones por Cristo y que lo hagamos vivo en nuestra vida cada día.
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