martes, 3 de mayo de 2011

En los brazos de Papá



Entonces dijo: —Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Mateo 18:3

La inocencia de un niño es lo que premia su futuro. Un niño cuando va creciendo, en sus primeros años, su papá es su héroe. Pero cuando llega a la pubertad se convierte en uno más en su vida. De padres a hijos la relación es muy conflictiva mediante van creciendo. En el momento que llegamos a la juventud nos damos cuenta el tiempo que perdimos, dejando de lado a nuestros papás y enfocándonos más en nuestras amistades.

Esta es la realidad, también, en el cristianismo. Al inicio todo es amor, dulzura y felicidad. Con el paso del tiempo se nos va olvidando quién nos otorgó la vida, quién nos llenó de su amor cuando nadie daba un centavo por nosotros, se nos olvida quién levantó nuestra cabeza.

La inocencia de un niño es tan hermosa, que ellos con cualquier cosa se divierten. Agarran un objeto, que no es para jugar, la pasan muy divertido. Un niño cuando está enfermo no se preocupa por la medicina, porque sabe que papá o mamá llegarán en su rescate. Un niño no se preocupa por su ropa, porque sabe que lo vestirán. Un niño no se preocupa por la comida, porque sabe que hay comida. Un niño tiene confianza, porque la inocencia lo hace saber que sus papás lo protegerán.

Dios quiere que nosotros seamos de esa forma con Él. Él quiere que nos dejemos caer en sus brazos, quiere que nos dejemos acariciar por esas hermosas manos llenas de amor, quiere que confiemos que Él no quiere nada malo para nosotros. Dios anhela que nosotros confiemos plenamente en Él, que ya no luchemos en nuestras fuerzas. Durante toda la vida, nos ha demostrado que nos ama, que nos protege, aún cuando no le habíamos hecho nuestro Señor, ¡cuánto más ahora que le hemos reconocido como nuestro salvador!

La Biblia dice en Jeremías 33:3 Clama a mí y yo te responderé; y te mostraré cosas grandes y ocultas que tu no conoces. Pero para poder conocer estas cosas tenemos que clamar y creer que Él nos escucha. Debemos comprender la magnitud del poder del Dios en el que creemos.

En Hebreos 11:1 dice: La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. En los brazos de papá debemos de tener la seguridad ya tenemos la victoria. En los brazos de papá estamos seguros, en los brazos de papá tenemos el verdadero amor y conocemos la verdad. En los brazos de papá hemos encontrado la salvación en la vida eterna. En los brazos de papá sabemos que tenemos pronto auxilio en nuestras tribulaciones. Si no le conoces, es momento que lo hagas tu Señor y conozcas al mejor papá del universo.


http://www.facebook.com/pages/Tu-Unica-Alternativa/194021963941574
http://www.facebook.com/Tuunicaalternativa

No hay comentarios:

Publicar un comentario