Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Hebreos 12:1
Si a ustedes les gusta el fútbol, como a mí, habrán escuchado más de una vez esta frase: ¡Si hubiéramos aguantado un minuto más…! Se dice que los campeones son aquellos que tienen la capacidad de RESISTIR un minuto más.
Los campeones tienen algo en común, y eso es la PERSISTENCIA. Caen, pero se levantan. Fracasan una vez, pero lo vuelven a intentar. Les hacen un gol, pero ellos se esfuerzan por hacer dos.
El texto clave de este devocional compara a la vida con una carrera, y al pecado con un estorbo para correr esa carrera. Por eso nos aconseja que quitemos el pecado de nuestras vidas y que corramos con paciencia la carrera, poniendo los ojos en Jesús. Sin rendirnos ni desanimarnos. Minuto a minuto, dando lo mejor.
Hay una gran <<Hinchada>> (como les decimos a los simpatizantes de un equipo) a nuestro lado. Eso nos dice Hebreos 12. En esta tribuna están Abraham, Moisés y un montón de otros personajes, alentándonos, y diciéndonos: <<Yo lo logré; tú también puedes hacerlo. ¡No te rindas, persiste!>> nunca abandonemos nuestros sueños. Siempre hay un minuto más para realizar el mejor de nuestros esfuerzos.
Punto de reflexión:
¿Alguna vez te caíste y pensaste que no podrías levantarte más?
¿De qué maneras te entrenas para <<correr la carrera de la vida>>?
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