jueves, 6 de enero de 2011

Regalos






Y  sucedió que la estrella que habían visto levantarse iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de alegría. Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos, oro, incienso y mirra. Mateo 2:9-11 NVI

En la mayoría de países del mundo en esta fecha se celebra el día de REYES. Cuando era pequeño, a mí me entusiasmaba pensar en ellos. Habían viajado muchos kilómetros siguiendo una estrella que los condujera hasta el niño Jesús para llevarle regalos.

Habían protagonizado una impresionante aventura para traer sus presentes a un bebé que todavía no conocías. ¿Qué los motivaba? Seguro que era el misterio de saber que ese niño constituía el cumplimiento de muchas profecías. También me imagino que la intriga de saber cómo sería al que sigue una estrella
Sus regalos fueron pensados con cuidado.

El ORO significaba REALEZA. Al darle ese regalo le estaban diciendo REY.
El INCIENSO era normalmente asociado con los cultos religiosos. Su fragancia estaba relacionada con la ADORACIÓN. Al darle incienso lo reconocían como DIOS. Y por último el más misterioso de los presentes era la MIRRA. Esa sustancia perfumada de color rojizo representaba la SANGRE. ¿Por qué regalarle algo así a un niño?  Da la impresión de que los magos comprendían las profecías que el resto de los hebreos no entendieron durante la vida de Jesús. Él era el Mesías, pero había venido a  sufrir; a ser bálsamo para el dolor de muchos.

Los sabios de oriente le llevaron a Jesús sus mejores regalos, pero sabemos que allí también estaban los pastores. Ellos no tenían bellos cofres con oro y perfumes. Pero tenían la misma expectativa y estaban allí con el corazón en sus manos.





¡¡Bendiciones!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario