lunes, 14 de marzo de 2011

Resaca Espiritual



Durante mucho tiempo nuestro corazón ha luchado por agradar a Dios.  Todos los días nos levantamos tirándole un beso, dando las gracias por un nuevo día y le abrazo  a nuestros seres amados. Cuando empezamos la semana, luego de ir a la iglesia el domingo; arrancamos con todas las ganas de hacer las cosas mejor que el día anterior. Esto al menos sí en realidad estás luchando por agradar a Dios. Pero cuando comenzamos las labores, ya sean  estos estudios o trabajo, vamos con un ímpetu con el cual nadie es capaz de pararnos.  El día transcurre normalmente. Cuando llegamos a nuestras casas por la noche, hacemos una valoración de nuestra jornada. En ella, nos damos cuenta de los errores cometidos y las veces que hicimos las cosas tal cual Dios manda. ¡Pero sorpresa! Al pensar en todo lo que hemos hecho, nos damos cuenta que fallamos en lo que le prometimos a Dios no hacerlo más.

Es de pocos amigos decir la verdad. Se nos olvida que el perdón es divino y muy rara vez suele ser humano. Lo que más está matando a nuestras congregaciones, es la falta de convicción al momento de tomar las decisiones. Sí hablamos bíblicamente: LA FALTA DE SANTIDAD. La iglesia está pasando por una de sus peores crisis espirituales. Ya nadie quiere hablar de santidad, nadie se quiere hacer cargo de vivir en santidad. En los lugares en los cuales se habla de santidad, las personas se aburren o dicen “esto no es para mí, hay muchas cosas que me impiden llegar al tal magnitud”. La mediocridad mental y espiritual es lo que está creando ese pensamiento. Hay personas en el mundo que han logrado cambiar pensamientos completos de las persona. Tal es el caso de William Shakespeare que una vez dijo:” Nuestras dudas son traidoras y a menudo nos hacen perder las cosas buenas que pudiéramos conseguir. ” Si personas que desconocieron el real amor de Dios pudieron llegar influir y crear debates multinacionales, ¿por qué los hijos de Dios no podemos? Yo tengo la respuesta a ello: Se llama goma espiritual.

Se nos ha enseñado que si fallamos tenemos que llegar delante de Dios y pedir perdón. Pero eso es lo que no está comiendo como un cáncer. La palabra de nuestro Señor dice que tenemos que pedir perdón y alejarnos del pecado,  así alcanzaremos misericordia. Creemos que con el hecho de sólo llegar ante Dios y decir: “ vaya señor acá estoy así que perdóname” todo será solucionado y la comunión con Dios mejorará. Pero  déjame decirte que no es así. Otro grave error que estamos cometiendo es que creemos que ya nos congregamos el culto que tenemos programado y ya le cumplimos a Dios. Mis amados hermanos y amigos Dios no es un Dios que te va a quitar la goma espiritual con la que llegas a la iglesia. Es momento de marcar la diferencia. Demostrar que hay una generación que quiere cambiar el rumbo de El Salvador. Sí estás leyendo esto, te estás viendo en el  reflejo del plástico, mírate y ve en ti alguien que puede cambiar la historia. Recuerda como dice primera de Timoteo 4:12 SE EJEMPLO. Nunca dejes de soñar y créele al Dios grande que tienes, Él quiere hacer cosas grandes por ti.


                                                                                                                                                                              Manríquez.

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