“porque la palabra de la cruz es
locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es
poder de Dios.” (1°Corintios 1:18)
Sabemos que nuestra guía para hacer
las cosas como a Dios le gustan es la Biblia.
Solo en ella podemos encontrar ese
manual que necesitamos para comportarnos como hijos de Dios. Si queremos agradar a Dios solamente
basta con leer su palabra para descubrir de que manera podemos agradarlo y
honrarlo.
Pero para muchas personas la palabra de
Dios no es tan importante.
Cuando hablamos de la salvación, de
la vida de Jesús y su sacrificio muchas personas suelen ignorarlo y si en
algunas ocasiones ponen atención siempre tienen una excusa para no creer y
buscan mil argumentos para refutar lo que en la palabra de Dios está escrito.
Para nosotros como hijos de Dios
conocer de la palabra y aprender de ella es algo maravilloso, porque solo a
través de ella podemos entender lo que Dios espera de cada uno de nosotros.
No solamente podemos conocer como debe
ser nuestro comportamiento, a través de la palabra también conocemos todos los
planes y propósitos que Dios tiene para sus hijos. Por medio de la palabra
descubrimos que Dios también tiene muchas promesas que ha dejado escrito que
cumplirá en nosotros.
Pero para las personas que se niegan
a creer en Dios o en el sacrificio que Cristo hizo en la cruz, todas estas
promesas ellos la consideran como una locura.
Piensan que es imposible que solo a
través de la fe nosotros podemos obtener salvación y poder disfrutar de una
vida eterna de gozo, creen que el servicio a Dios es solamente un fanatismos
que como cristianos nos hemos inventado.
Creen que todo lo que hacemos para el
servicio a Dios, a la iglesia e incluso para nuestros hermanos es una pérdida
de tiempo. Ellos dicen que estamos locos al hacer todas estas cosas sin recibir
alguna recompensa física.
Cuando estas personas escuchan hablar
de nuestra fe, de esa confianza que hemos depositado en Dios, muchas veces es
ocasión de burla para ellos. Dicen que estamos esperando en algo que jamás vaya
a llegar a nosotros o que jamás recibiéremos lo que estamos pidiendo.
Ellos se burlan cuando pasamos por
tribulaciones y decimos que será nuestro Señor quien va a resolver nuestros
problemas.
Para estas personas lo único que
cuenta es su propio esfuerzo, no creen que hay alguien superior que tiene todo
bajo control para ayudarle a salir de sus dificultades, ellos prefieren buscar
esas alternativas a sus problemas a través de su propio esfuerzo, buscan todos
los medios posibles para lograr de conseguir lo que ellos quieren; muchas veces
sin tener éxito alguno y si logran alcanzar alguno de sus sueños no lo
disfrutan ya que han agotado todas sus fuerzas o recursos para conseguirlo y en
el camino han perdido muchas cosas valiosas como familia o amigo.
Pero para nosotros la palabra de Dios
es poder, ya que en ella encontramos ese consuelo que necesitamos en medio de
las adversidades, en la palabra aprendemos que nuestra confianza únicamente
debe estar puesta en Dios. Que solo por
medio de ella podemos hacer cosa que parecen imposible para los hombres.
Solo por medio de la palabra podemos
conocer todo aquello que Dios tiene para sus hijos. La biblia significa mucho
más que poder para nosotros.
“Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia” (2Timoteo 3:16)
A través de las escritura nosotros
aprendemos cómo comportarnos como hijos de Dios, nos enseña cómo debemos ser
nuestro trato con el prójimo y aprendemos también a mantener una buena relación
con Dios.
La palabra de Dios nos redarguye
porque ahí Dios nos confronta con nuestro pecado y nos muestra que actitudes
nuestras van en contra de la voluntad de Dios.
Sabemos que nos podemos tener una
respuesta de Dios por medio de una voz audible, pero al leer las Escritura nos
damos cuenta que también por medio de esta Dios nos corrige y nos instruye como
buen padre.
La Biblia es libro más completo que
todo hijo de Dios debe leer, la palabra de Dios no tiene que ser únicamente un
“libro” para nosotros, debe ser nuestro manual, la biblia debe ser nuestro
devocional diario.
Las Escrituras son poder para todos
aquellos que hemos recibido salvación, cada una de las palabras en ellas
escritas son fe, confianza, consuelo, apoyo, corrección, etc. Para cada uno de
nosotros.
Que no importe si las demás personas
creen que estamos locos por hacer de la Biblia un estilo de vida, que no nos
importe si nos critican por buscar en la palabra de Dios, consejo y guía para
nuestra vida.
Jamás dejemos la palabra de Dios a un
lado, en ella podemos ver el poder y grandeza de nuestro Dios y conocer su amor
y misericordia para todos sus hijos.
¿Tú de qué lado este de los que se
burlan o de los que saben que la palabra de Dios es PODER?
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