“Al pasar Jesús, vio a un hombre
ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿Quién
peco, este o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondiendo Jesús: no es
que peco esté, ni sus padres, sino que las obras de Dios se manifiestan en Él.”
(Juan 9:1-3)
Al analizar nuestra vida nos damos
cuenta que hay ciertas circunstancia por las que estamos pasando y no tenemos
una respuesta para ese problema.
Muchas veces duele ese problema en al
cual nos estamos enfrentando o esa enfermedad que nos ha llegado, nos desmotiva
porque pensamos que Dios no nos dará la sanidad que estamos pidiendo.
Pasamos preguntando a Dios porque ha
permitido ese problema o esa enfermedad en nuestra vida, lloramos ante su
presencia en busca de una respuesta pero simplemente Dios no responde a ese
llamado.
Cuando esto sucede nos angustiamos
pensamos que Dios no nos escucha, creemos que somos nosotros los del problema y
que es por eso que Dios ha permitido que tribulaciones lleguen a nuestra vida.
Como seres humanos no alcanzamos a
entender y comprender los planes de Dios, nosotros no podemos ver más allá de
nuestro presente; mientras que Dios si puede ver lo que más adelante nos
espera.
Es por esta razón que Dios permite
ciertos problemas o enfermedades en nuestra vida porque él sabe lo que el día
de mañana hará con nuestra enfermedad o problema.
Cuando las situaciones difíciles o
las pruebas llegan a nuestra vida lo único que hacemos es angustiarnos,
pensamos una y mil formas de dar solución a nuestras dificultades, pero nada de
lo que hacemos logra darnos esa solución.
Nos enfrascamos tanto en que queremos
salir de los problemas, porque agobian nuestra vida, nos causan dolor.
Pero lo que no nos ponemos a pensar y
a meditar es que para cada cosa que nos sucede Dios ya tiene un propósito.
No todo lo que nos acontece es porque
seamos desobedientes o porque cometimos algún pecado Dios nos está castigando
con ese problema.
A través de su palabra nos damos
cuenta que hay cosas que nos pasan porque Dios por medio de la dificultad que
estamos pasando se va a glorificar.
¿Y qué significa que Dios se va a
glorificar?
Dios a su tiempo dará la solución o
la sanidad que tanto anhelamos, todo
esto para que las personas que están a nuestra alrededor; ya sea personas
cristianas o no cristianas puedan ver las maravillas de Dios.
A través de nuestro problema Dios se
revelara a las personas, dejando en evidencia que él es un Dios poderoso,
enseñándonos que solamente confiando en él las dificultades en nuestra vida
desaparecen.
Cuando llega el momento en que Dios
se glorifica en nosotros, vemos todo de una manera diferente, solo hasta ese
instante logramos comprender los propósitos que Dios tenia de tras de esa
enfermedad o problema.
Dios nos quiere enseñar que él tiene
todo planeado, que él jamás hace algo al azar.
De tras de un problema siempre hay
una solución; quizá si muchas veces esos problemas nos causan dolor, este dolor
no nos permite entender que todo tiene un “paraqué”.
Al no dejarnos guiar por Dios y no
poner nuestra confianza en él, el dolor que nos causa nuestra situación difícil
solo nos sega a lo que Dios nos está hablando y enseñando con nuestra prueba.
Sabemos que es inevitable que nuestro
corazón se entristezca cuando los problemas llegan a nuestra vida, pero no
debemos permitir que ese sentimiento de pena nos invada.
Debemos permanecer confiados que Dios
tiene el control de nuestras vidas y que aunque en estos momentos no veamos el
“paraqué” de esa situación, Dios ya ha pensado en TODO y que junto con nuestro
problema también nos dará la solución.
No olvidemos que Dios ve mas allá de
nuestro presente, es por eso que ya ha trazado un plan perfecto para nuestra
vida.
Nuestra condición de seres humanos no
nos permite tener esta visión de nuestro futuro, pero si tenemos la capacidad y
el privilegio que en nuestro presente este Dios, por lo tanto no nos
angustiemos porque su respuesta aun no llega.
No olvidemos que a su tiempo todo
ocurrirá, Dios nos dará la respuesta que estábamos esperando y Dios también
cumplirá su propósito de glorificarse en nuestra vida.
Demostrándoles a todos que solamente
él es capaz de convertir algo IMPOSIBLE en algo POSIBLE. No movamos nuestra fe,
Dios es nuestra única esperanza y solo en sus manos estamos seguros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario