El tiempo es mucho más valioso que el dinero y esencialmente es irremplazable

Aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Efesios 5:16


El tiempo es mucho más valioso que el dinero y esencialmente es irremplazable. La generación nuestra tiene quizás más ocupaciones de lo que tuvo ninguna otra. Clases, deberes, gimnasio, iglesia, piano, nintendo, maratones de fin de semana, sueños, etc. ¡Y solo disponemos de veinticuatro horas!  Recuerdo hace 7 años atrás iba a muchos campamentos y, aunque produzca risa, mi abuela me hacía el equipaje. Me llevaba un bolso muy ordenado con todas las cosas que necesitaba. Cuando terminaba el campamento  y tenía que armar el bolso para volver a casa, nunca cabían las cosas, me preguntaba: <<¿Por qué todo entraba cuando mi abuela lo arregló y ahora no?>> La diferencia era que ella organizaba y doblaba cada prenda con cuidado y yo metía todo hecho un desorden.


Lo mismo sucede con el tiempo. Cuando más organizado lo tengamos, de más espacio dispondremos para hacer las cosas que haremos. La organización del tiempo tiene que ver con seleccionar prioridades.


¿Qué es lo más importante? ¿Qué te ayuda a llegar más lejos de lo que tu crees? ¿Cuál actividad tendrá un resultado a largo plazo? Algunos de los hábitos más notables de las personas sobresalientes es que saben organizar sus prioridades. Muchas veces sacrificamos lo importante, por hacer cosas que aparentan ser urgentes pero que en realidad no son nada relevantes.


La mejor manera de organizar nuestros días es con una agenda en la que podamos definir las prioridades. Hagamos una lista y apuntemos, de uno a diez, las cosas más importantes que debemos realizar; luego volquemos eso de manera visible en la agenda. Si le otorgamos más tiempo a la prioridad número siete que a la número uno, algo estará fallando. 
Si creer espiritualmente es lo importante en nuestra vida, pero solo le dedicamos a Dios los domingos a la mañana, no vamos a creer como deseamos. Si es importante terminar nuestros estudios cuanto antes, mirar televisión toda la noche no nos va a ayudar. El mundo está lleno de jóvenes, adolescentes y adultos que se quedaron atrapados en la MEDIOCRIDAD por no aprender a usar bien el tiempo. Notemos que el tiempo es algo que a todos se nos ha dado por igual. Todos tenemos siete días a la semana y veinticuatro horas al día, pero unos saben administrar esas horas y otros solo las desperdician.


Punto de reflexión:
¿Cómo administras tu tiempo y qué puedes hacer al respecto?
¿Cómo se refleja tu orden de prioridad en el tiempo que te asignas cada cosa?


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