sábado, 9 de julio de 2011

¡¡¿Por qué no me oyes?!!

 
Mis seguidores me conocen, y yo también los conozco a ellos. Son como las ovejas, que reconocen la voz de su pastor, y él las conoce a ellas. Mis seguidores me obedecen. Juan 10:27 (TLA)

“Cerca del poblado de Gevas, al este de Turquía, mientras los pastores tomaban su desayuno, una de sus ovejas saltó por un  precipicio de casi 14 metros y se mató. Luego, ante la mirada de asombró de sus pastores, el resto del rebaño la siguió. En total, 1.500 ovejas se lanzaron ciegamente  por el precipicio. La única buena noticia, es que la caída de las últimas mil ovejas, fue amortiguada por la creciente pila de lana de aquellas que habían saltado primero. 450 ovejas murieron según el diario The Washington post.”

La pregunta es: ¿Estás escuchando la voz de tu pastor? ¿Reconoces la voz de tu pastor? ¿Sigues la voluntad de tu pastor?  

En  la noticia vemos como por una oveja descarriada, una oveja distraída, una oveja que no obedeció o que no prestó atención, se fueron todas las demás. Por una pagaron muchas, y es que pareciera que el Pastor las dejo solas pero no es así. El pastor se fue por un momento. Tomó un receso. Lo mismo sucede cuando pareciera que Dios toma un receso. Un descanso. Nos preguntamos ¿A dónde se fue Dios cuando estaba pasando por esta situación? Rezongamos. Inclusive hasta le reclamamos. Dios no nos abandona. Nunca nos deja solos.

¿Cómo pues escucho su voz?

Jóvenes, la clave está en la palabra  INTEGRIDAD. ¿Lo leíste bien? Lo volveré a repetir… I-N-T-E-G-R-I-D-A-D

Para escuchar su voz tenemos que tener integridad. Si no hay integridad nunca podremos escuchar su voz. La integridad solamente lo alcanzamos a través de la palabra  El que no está en la Palabra, por mucho que luche, nunca será íntegro y por lo tanto nunca escuchará la voz del pastor que la llama. Tú debes de saber si en verdad estás escuchando la voz de Jesús. La voz del Pastor es tierna, dulce y apacible.

“Las ovejas tienen algo muy especial, todos sabemos que cuando se juntan varios rebaños de ovejas, cada una puede distinguir la voz de su pastor. Esa es una manera que tienen las ovejas para cuidarse y protegerse mutuamente. Cualquiera que intente hacerse pasar por el pastor del rebaño será desoída por ellas, ya que ellas están acostumbradas a escuchar la voz de su pastor día a día.”

Así mismo los hijos de Dios no caeremos en el engaño de ir tras otras voces si estamos acostumbrados a pasar tiempo oyendo la voz de nuestro amado pastor.

El Señor nos pide y nos invita a que pasemos toda la vida escuchando su voz. Muchos de nosotros cuando dejamos de escuchar la voz de Dios pensamos que nos abandonó, que nos dejó para siempre ¿Dónde está Él cuándo me encuentro en esta situación? ¿Acaso se ha olvidado de mi?

“Dios nunca se olvida de nosotros…nosotros somos los que nos olvidamos de Él” "No tengas miedo. Yo te he liberado; te he llamado por tu nombre y tú me perteneces. Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzaras ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás." Isaías 43:1-2 (TLA).

Dios no se ha olvidado de ti, Él no te ha abandonado. Te tiene presente, quizás pienses que Dios ya no te tiene en cuenta, que hace mucho que ya no habla en tu vida, por más que busques y que anheles escuchar su voz jamás lo recibes, las bendiciones que antes solías tener ahora pareciera que poco a poco se están esfumando, pensamientos de soledad llegan a tu cabeza, “el Señor me olvidó, veo como otros sienten de ti, veo como otros sienten tu toque ¿Acaso no me tienes en cuenta?”  Pero… ¿Será que es verdad?  ¿Dios nos olvida?

Hay un poema muy interesante que quiero compartirles; el autor lo desconozco pero sé que alguno de ustedes ya lo habrá escuchado alguna vez…

Las huellas en la arena

"Una noche en mis sueños vi que con Jesús caminaba junto a la orilla del mar bajo una luna plateada. Soñé que veía en los cielos mi vida representada en una serie de escenas que en silencio contemplaba. Dos pares de firmes huellas en la arena iban quedando, mientras con Jesús andaba como amigos conversando. Miré atento esas huellas reflejadas en el suelo, pero algo extraño observé y sentí grande desconsuelo. Observé que algunas veces al reparar en las huellas. En vez de ver los dos pares veía solo un par de ellas. Observaba también yo que aquel solo par de huellas se advertía mayormente en mis noches sin estrellas, en los días de mi vida llena de angustia y tristeza, cuando el alma necesita más consuelo y fortaleza. Pregunté triste a Jesús ¿Señor tú no has prometido que en mis horas de aflicción siempre estarías conmigo para mostrarme tu amor? Pero noto con tristeza que en medio de mis querellas, cuando más siento el dolor solo veo un par de ellas. ¿Dónde están las otras dos que indican tu compañía, cuando la tormenta azota sin piedad la vida mía? Y Jesús me contestó: Escucha bien hijo mío, comprendo tu confusión; siempre te amé y te amaré. Y en tus horas de aflicción siempre a tu lado estaré. Más si ves solo dos huellas y no ves las otras dos, es que en tu hora afligida cuando flaquean tus pasos, no hay huellas en tus pisadas porque te llevo en mis brazos."

El Señor Jesús es el buen pastor Él nunca nos dejará… tal vez hayan momentos en donde no podamos escuchar su voz, en donde pareciera que su voz se escucha a lo lejos. Es en esos momentos cuando debemos de acercarnos más a su llamado. Tal vez pasa que nos sentimos olvidados o solos, pero recuerda que Dios está contigo Él nunca te abandonará.

Punto de reflexión:

¿Has dejado de escuchar la voz de Dios?
¿La voz de Dios que un día escuchamos cerca ahora la escuchas demasiado lejos?
¿Te sientes solo?
¿Sientes que ya no puedes con tus cargas o con tus aflicciones?


viernes, 8 de julio de 2011

Buscando a Nemo


Por tanto, ID, y haced discípulos a todas las naciones. Mateo 28:19
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos 16:15

Se me parte el corazón al saber por cuánto tiempo Dios nos buscó y nosotros le rechazamos. Se me llenan de lágrimas los ojos al ver el amor y la paciencia que Dios nos ha tenido en el proceso de cambio.

Día con día Dios trata de enamorarnos más y más. En el momento que la zarza ardía, Moisés se acercó a ver porque le llamó la atención. La Biblia en ese pasaje no dice que Dios lo llamó, dice que a Moisés le llamó la atención y fue a ver.

Así mismo, Dios todos los días trata de llamar nuestra atención, queriendo lograr que nos enamoremos locamente de Él. Es ahí donde entra lo ilógico del amor de Dios. A pesar que nosotros nos olvidemos de Él, Él no se olvida de nosotros. El amor de Dios para nosotros no mengua, a pesar de tanta infidelidad de nuestra parte.

Es verdad que es en extremo difícil amar como Dios nos ama. Pero, por ahí dice que no hay peor lucha que la que no se hace. Además, en la Biblia dice que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. ¿Dónde hemos dejado la convicción de ser mejores hijos todos los días?

Al igual, nosotros tenemos que ir al mundo, o sea las naciones ¿Acaso las naciones están fuera del mundo? ¡No! ¿Cuál es el miedo de ir al mundo? El miedo es porque no tenemos buenas bases. Nuestras convicciones todos los días se mueven de un lado para el otro. Lo duro es que la Biblia dice que el hombre de doble ánimo no prospera en sus caminos.

Hoy es tiempo de ir al mundo, hoy es tiempo de ir a todas esas personas que necesitan ese amor que solo Dios es capaz de brindar. Lo he dicho una vez y lo diré siempre: Dios es tu abuelita, tu tía, tu hermano, tu amigo, tu primo, tu papá, tu mamá; Dios llena el vacío que nosotros tenemos en nuestro corazón.

Es momento de ir a las naciones a mostrar ese amor. No nos rindamos. No desmayemos con nuestros amigos, familiares o quien sea, en predicarles el amor de Dios.

La mayor y mejor predicación que podemos tener es nuestro ejemplo. Tenemos que romper con la subcultura cristiana que hemos creado, en la cual solo entran los que nosotros queremos, porque son así como nosotros pensamos.

Dios nos buscó a nosotros por todos lados sin descansar. No desmayemos nosotros en ir a las naciones a predicar ese inmenso amor. Busquemos por todos lados a esas personas. Dios es enorme, increíble y con un amor que sobrepasa todo entendimiento. ¡El mundo te espera! ¿Tú qué esperas para ir al mundo?

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jueves, 7 de julio de 2011

Me parezco a... ¿Me parezco?


Tengan cuidado de cómo se comportan. Vivan como gente que piensa lo que hace, y no como tontos. Aprovechen cada oportunidad que tengan de hacer el bien, porque estamos viviendo tiempos muy malos. No sean tontos, sino traten de averiguar qué es lo que Dios quiere que hagan. Efesios 5:15-17

¿Qué es lo que Dios quiere que haga? Muchas veces nos hacemos esa pregunta, muchas veces sabemos la respuesta pero no la queremos poner en práctica, muchas veces no sabemos la respuesta pero en vez de preguntarle a Dios le preguntamos a un líder o pastor “¿Y qué tengo que hacer de mi vida?”. Déjame decirte algo, Dios quiere una cosa que es clara: que nos parezcamos a Jesús.

¡Cuán difícil e imposible nos parece cumplir con lo que Dios quiere! Ya no quiero escuchar la excusa de “No se como hacerlo, no se cómo agradar a Dios” ¡Sí, sabes!. En Efesios 4:20-24 dice << ¡Pero esto no es lo que ustedes aprendieron acerca de Cristo! Porque ustedes oyeron el mensaje acerca de él, y saben vivir como él manda, siguiendo la verdad que él enseñó. Por eso, ya no vivan ni sean como antes, cuando los malos deseos dirigían su manera de vivir. Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear para ser como él. >> Dios quiere que dejes ya de una vez por todas las cosas de tu pasado y busques por parecerte más a su Hijo, Él también te ha llamado HIJO o HIJA a ti. Pablo decía “He decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer”.

¿Estás escuchando la misma música que escuchabas antes de conocer a Dios? ¿Tienes las mismas amistades que tenías cuando no conocías a Dios? ¿Estás luchando por seguir el ejemplo de Cristo? Muchos de nosotros, tristemente, estamos “perdiendo el enfoque”. Estamos buscando más seguir el ejemplo de algún artista de música, el ejemplo de algún pastor, o nos estamos dejando guiar por lo que los demás dicen de nosotros; cuando el único merecedor de nuestro enfoque se llama: Jesucristo.

Pablo en su carta a los Efesios decía: << No se dejen engañar con ideas tontas, pues por cosas así Dios castigará terriblemente a quienes no le obedecen. Así que, no tengan nada que ver con esa clase de gente. No conocer a Dios es como vivir en la oscuridad, y antes ustedes vivían así, pues no lo conocían. Pero ahora ya lo conocen, han pasado a la luz. Así que vivan como corresponde a quienes conocen a Dios, pues su Espíritu nos hace actuar con bondad, justicia y verdad. Traten de hacer lo que le agrada a Dios. No se hagan cómplices de los que no conocen a Dios, pues sus hechos no aprovechan de nada. Al contrario, háganles ver su error >>. Efesios 5:6-11.

¿Qué quiere decir esto? Que debemos de dejar de vivir dependiendo de las críticas, opiniones o visiones que los demás tengan sobre nosotros. A eso Pablo le llamaba “ideas tontas”. ¿Alguien te ha dicho que eres demasiado joven para estar donde tú estás? ¿Alguien te ha dicho que eres incapaz de lograr tus objetivos? ¿Alguien ha tratado de tirar tus sueños abajo? ¡Ya di BASTA! Empieza a vivir como la Luz que Dios quiere que seas. Empieza a impactar tu familia, tu universidad, tu trabajo, siguiendo el ejemplo de Cristo. NADIE te puede decir que no podrás hacerlo. Claro que puedes, Dios mismo ha dicho que uno de sus propósitos es que nos parezcamos a su Hijo, y Él ha dicho: Yo los perfeccionaré.

Debemos dejar que nuestra vida esté guiada, dirigida y controlada por Dios. Sólo así podremos parecernos más a Jesús. Lo más importante no es lo que la gente diga de ti, lo más importante es lo que Dios diga de ti. Para eso ya debes de dejar intentar agradar a las personas, sino que debes buscar agradar a Dios primero. Cuando permitimos que Dios dirija nuestros pasos, Él nos transformará de adentro hacia fuera, te dará la fortaleza y todo lo que necesites para agradarlo. Es tu decisión, yo elijo seguir el modelo de mi Salvador: Cristo.

miércoles, 6 de julio de 2011

La adoración




Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se debe adorarlo. Romanos 12:1 (TLA)

Pablo nos insta a entregar nuestros cuerpos como sacrificio vivo.

Colosenses 2:17 nos llama a hacer todo en una actitud de adoración. En pocas palabras, adorar requiere identificarse con el sacrificio de Cristo y su renuncia. Ya no nos pertenecemos, debemos presentarnos en el altar como un sacrificio vivo. Nuestros cuerpos son suyos para Su gloria.

Adorar no es cantar. Es entregar; y eso a veces requiere de un simultáneo acto de gozo y dolor por renunciar a nosotros mismos.

Los evangelios nos cuentan que luego del nacimiento de Jesús, los sabios de Oriente llegaron a su casa para adorarlo. El viaje incluyó una logística muy costosa, que los llevó por tierras peligrosas, quizás durante meses enteros. Pagaron un precio para llegar a Jesús. Pero cuando lo lograron, en vez de pedirle, le ofrecieron lo mejor que tenían: Oro, incienso y mirra.

Para adorar a Dios hay que renunciar a ese egoísmo que solo busca pedir para sí. Cuando nos presentamos ante Dios, llevémosle algo. Nuestra vida, nuestro corazón, nuestro todo.

Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; Porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. San Juan 4:23-24

Adorar es avivar la conciencia mediante la santidad de Dios, alimentar la mente con la verdad de Dios, purgar la imaginación con la belleza de Dios, abrir el corazón al amor de Dios y dedicar la voluntad al propósito de Dios. (William Temple)

Quería compartirles este tema que es sumamente importante y lo hemos venido comentando, pero no tan directamente, a hacer buen uso de la adoración. Considero que no hace falta tener discernimiento para darse cuenta que en Hispanoamérica hemos convertido a la adoración en un estilo musical más que en un acto de obediencia. Hemos reducido la adoración a una experiencia cultica. Algo que nos gusta porque disfrutamos la música y se “siente” bien el culto haciéndolo ya que nos podemos expresar con todas nuestras emociones…

Lo peligroso de esto es que justamente el foco de la adoración no puede estar puesto en nosotros. No se trata de cómo quiero yo expresarle a Dios mis sentimientos, sino cómo puedo yo desenfocarme de mis gustos y necesidades para enfocarme solamente en Él.

El centro de la adoración no puede ser nadie más que Dios. Él es el iniciador de la adoración y no nosotros. Le amamos porque Él nos amó primero y a menos que tengamos una comprensión exacta de cómo nos ha afectado Su gracia, es imposible responderle genuinamente con una actitud interna y real de adoración.

Hace poco me preguntaba un joven, que cómo podría crecer en su vida de adoración ya que se estaba aburriendo de siempre decir y experimentar lo mismo, y esto fue lo que le dije: ¿Eres fan de Hillsong? Me respondió que sí, entonces le dije: El siguiente paso en tu vida de adoración es que puedas expresarle tu amor con música que no te gusta, de maneras que te cuestan y en momentos dónde nadie te vea. Cuando eso te sea normal y lo puedas hacer con gusto, entonces, sí vas a haber encontrado una nueva dimensión de la vida de adoración y subido de escalón.

Dios no quiere una parte de tu vida. Pide todo tu corazón, toda tu alma, toda tu mente, y todas tus fuerzas. A Dios no le interesan los compromisos a medias, la obediencia parcial y las sobras de tu tiempo y dinero. Quiere tu devoción plena, no pedacitos de tu vida.

Por muchos años he escuchado decir en las reuniones, de algunas congregaciones cristianas, lo siguiente:” Muy bien ya hemos terminado nuestro tiempo de adoración a Dios, y ahora vayamos a lo más importante de la reunión…” dando a entender como si ese tiempo hubiera sido un relleno en vez de ser algo vital para la vida cristiana. Muchos cristianos cantan bellas canciones, pero jamás han sido enseñados ni han practicado una verdadera adoración que llega al trono de Dios. Por cierto, la adoración es mucho más que cantar. Ella implica una entrega absoluta y rendición a los pies del Señor.

La necesidad de conexión.

Dios quiere relacionarse contigo y conmigo. Dios nos hizo para tener comunión con Él. Para estar juntos. Él nos hizo para amarnos. Hay muchas cosas que Dios quiere hacer contigo, pero lo primero que debes hacer es conectarte con Él; esa es la mejor manera de descubrir para qué naciste y cuál es tu misión en la ida. Dios nos hizo con la necesidad de buscarle. ¿Sabías que Él disfruta estar contigo? Para eso te hizo, para tener relación contigo. Cada persona del mundo nació con un vació tamaño Dios y el único que lo puede llenar de manera satisfactoria es Dios. Es el único que cabe de manera perfecta.

Todos somos adoradores

CADA persona en el mundo busca tener esa conexión con Dios porque necesitamos adorar. Así fuimos diseñados. “Todos somos adoradores constantes de algo o de alguien”.

Adorar a Dios es más que una expresión.

La adoración no es un acto que dura una cierta cantidad de tiempo (cantar por ejemplo 30m los domingos) sino que es la decisión que tomamos al escoger quién o qué será nuestro Señor y el foco de atención para nosotros y la manera en que nos entregamos a esa decisión con devoción y servicio. Es decir, que podemos terminar adorando a la actividad, persona o cosa que ocupa la mayor parte de nuestros pensamientos y tiempo.

Jesús dijo que el Padre estaba buscando verdaderos adoradores. <<Si el Padre está buscando adoradores, seguro es porque le faltan, pero el hecho es que ¡Deberían sobrarle adoradores!>> Dios no está buscando adoración, sino adoradores. Es decir, Él no busca una canción o una acción o una <<Cara de religioso que acaba de chuparse un limón>> Sino un corazón. La adoración es una expresión de amor al Señor (Mt.22:37).Es tener hambre por la presencia de Dios. (Sal.84:1-2, 4, 16:11). Es un estilo de vida.

Dios no busca una canción o una acción sino un corazón.

Él quiere que le abras tu corazón para mostrarle todo lo que piensa de ti y lo que quiere hacer contigo. Dios tiene planes para ti. (Jeremías 29:11)

Rendición Total

Él quiere que vivas rendido a Él porque ¡Te conviene! Adoración es entrega total, es rendirte. Por eso faltan verdaderos adoradores. Gente que quiera darle a Dios su TODO. Entregar y rendir sus pensamientos, decisiones, acciones. Dios busca gente que le entregue sus planes, su cuerpo, sus sueños, su vida sexual, sus luchas, sus temores. Todo lo bueno y todo lo malo que creamos que tengamos.

Dios no busca palabras, ni adoración, ni emociones extremas descontroladas; Él busca verdaderos adoradores. Él no busca la canción; El busca a la persona. Te busca a ti, me busca a mí. (Juan 4:23 RV60)

Lo que no es la adoración.

No es solo música y canciones. Todas las partes de la reunión son un acto de adoración: la oración, la lectura de la Biblia, el canto, el silencio, la predicación, las ofrendas, la Santa Cena, etc.

Tampoco es un “estilo de música”: si la canción es movida se la llama “alabanza”, si es lenta se la llama “adoración”. Esto también es un error. La adoración no tiene nada que ver con el estilo, el volumen o el ritmo de una canción. Con cualquier estilo o ritmo podemos adorar a Dios, porque no existe un estilo “bíblico” de adoración. El secreto es hacerlo “en espíritu y en verdad”.

No es “cerrar los ojos o levantar las manos” no es el momento “aburrido de la reunión” no es un relleno hasta que todos llegan, no es repetir palabras mecánicamente, no es exclusiva del ministerio de alabanza. La adoración no es el “ritual del domingo” (Isaías 29:13), es pasión y compromiso por y con Dios, la adoración no es para nuestro propio beneficio. Hoy me gusto mucho la adoración”, “Hoy la adoración fue muy lenta y aburrida”, “Me encanta la alabanza”, “Qué bien dirige el director y cómo tocan los músicos”, “La gente se duerme en la adoración”, “Hoy no recibí nada en la adoración”, “Le faltó vida. Hoy sentí que le faltó vida. Estuvo medio aplastado”, “¡Cuándo va a terminar! ¡Cuándo va a terminar! ¡Me quiero ir a mi casa!”. Todos estos conceptos están equivocados, son un error. ¡La adoración no es para ninguno de nosotros, la adoración es para Dios! ¡Es para complacerlo y agradarlo a Él! No nos cantamos ni nos adoramos a nosotros mismos, todo es para Él.

Canta con la vida

Él quiere tener esa relación y, una vez que la tengamos entonces nos mostrará todo lo que quiere hacer con nosotros. Él busca personas que se entreguen. Que no solo lo digan, sino que lo vivan. Personas que canten menos con la boca y más con la vida, es decir con sus decisiones, sus acciones.

Y ¿Cómo hacer para comenzar?

Aunque adorar a Dios no es una disciplina, no tiene que ser mecánica forzada ni monótona, recuerda que Dios te ama como eres y como estás. No tienes que cambiar lo que eres para acercarte a Él. No importa en dónde estés, puedes tener ese dialogo con Él, en el auto, en el autobús o caminando, puedes comenzar desde hoy y decirle lo que esté dentro de ti. Puedes decirle por ejemplo: “Jesús, gracias por amarme como soy. Gracias porque no depende de mí que me ames. Gracias por tu sacrificio en la cruz, pues eso me deja adorarte. Quiero conocerte y que me conozcas. No quiero ser un religioso, sino alguien que te conoce de verdad. Ayúdame a tomar buenas decisiones hoy. Quiero vivir para ti. “

Hacer una oración así no toma mucho tiempo, pero si lo haces con todo el corazón, entonces puede ser el inicio de una vida de adoración genuina. La clave es comenzar ya. Puedes hacerlo de la siguiente manera.

  • Sé agradecido: La verdadera adoración comienza con un corazón agradecido. Dale gracias a Dios por la vida, por el sustento, porque no te falta nada.

  • Estudia los salmos: Los salmos fueron escritos por gente como tú y como yo, y allí nos dan una muestra de que se puede hablar a Dios sin importar el estado de ánimo a los problemas que tengas. Puede acercarte a Dios con tus alegrías o temores, con tus victorias o derrotas; si tienes esperanza o tristeza.

  • Conoce los nombres de Dios: a Dios no solo puedes llamarle “Dios”, sino que le puedes llamar Padre, Amigo, perdonador, eterno. Eso y muchas cosas más es lo que Dios quiere ser para ti y mostrarte de esa manera en tu vida diaria.

Adorar a Dios es vivir entregado a Él. Sin manchas ni reservas. Le adoras en la manera que decides; en la manera que hablas; en la manera que vives.

martes, 5 de julio de 2011

La verdad se defiende por sí misma


Deléitate asimismo en Jehová y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino y confía en Él y Él hará. Salmo 37:4-5

Por más que luchemos, la iglesia no convencerá a las personas, las convencerá Dios.

Todos los días decimos que en el “mundo” no hay verdadera alegría, que todo es pasajero, que el “mundo” te paga mal, no digo que sea mentira; de hecho es totalmente cierto.

Pero, ahora hay que ponernos a pensar ¿Por qué si nosotros que conocemos la verdad, vivimos como que fuera una mentira esa verdad? Sé que parece trabalenguas, pero es así.

Me duele el corazón ver cómo desperdiciamos nuestra relación con Dios. Me llena de tristeza lo superficiales que nos hemos vuelto los cristianos. Nos preocupamos más por la vestimenta, el peinado, la forma de hablar, en lugar de preocuparnos por lo que Dios nos manda. Dios nos manda a hacer discípulos, pero discípulos de Él, no discípulos como a nosotros nos gusta o parece bien.

El deleitarse en Dios va más allá de una oración o tu lectura bíblica, por esas dos cosas, que no pueden faltar en la vida de un buen hijo de Dios, se inicia. Pero, deleitarse en Dios es amar a quien te odia, ir por esas personas que nadie quiere en la sociedad, hablar con esas personas que la sociedad dice que son inadaptados, etc.

Pero nos hemos limitado a ver el deleitarse solo encajonado en cuatro paredes. Deleitarse es ser honestos con nosotros mismos y sobre todo con Dios. La Biblia dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, he ahí la razón de iniciar a ser honestos con nosotros mismos.

Dios ha perdonado nuestros pecados, nos ha hecho hijos de Él. Dios quiere que seamos mejores todos los días. Pero, Dios no nos quiere hipócritas. Dios quiere que nuestra personalidad y carácter la rindamos a Él para su servicio. Es difícil, es verdad. Habrán situaciones que te puedan hacer sentir triste, también. Pero, El amor de Dios es tan perfecto que con el tiempo te darás cuenta que todo es para bien.

Dios quiere perdonar tus pecados, Dios quiere que te deleites en Él, Dios quiere conceder las peticiones de tu corazón. Pero a Dios no se le sirve por conveniencia, a Dios se le sirve por amor. Porque Dios es el amor. Dios en su inmenso amor te tendrá paciencia en tu caminar. Créele y búscale.



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lunes, 4 de julio de 2011

Valentía de todos los días


Luego Pablo fue a la sinagoga y predicó con valentía durante los siguientes tres meses, discutiendo persuasivamente sobre el reino de Dios. Hechos 19:8 (NTV)

En la mayoría de las películas la valentía es algo reservado para los momentos de máxima tensión. Así solemos pensar y hasta imaginamos que cuando estemos en situaciones de usarla se deberá escuchar una música de fondo, tipo película de aventuras. Pero para vivir una vida recta y al máximo, desde el punto de vista vertical de Dios, es necesario ser valientes en la vida cotidiana.

Necesitamos ser valientes para cambiar. Tenemos que ser valientes para dar testimonio de Cristo cuando otros nos desafían.

Es preciso ser valientes para decir que no a las presiones que nos empujan a tomar malas decisiones.

Debemos ser valientes para buscar la verdad aunque sea difícil o dolorosa. Es necesario ser valientes para tomar el camino angosto cuando la mayoría se va por el ancho.

Tenemos que ser valientes para confesar nuestras debilidades y necesidades cuando necesitamos ayuda.

Debemos ser valientes para aceptar que nos hemos equivocado. Es urgente ser valientes para pedir perdón.

Tengamos coraje, valor y fuerzas para pedir perdón a aquellos a los cuales hemos lastimado, o si nos hemos equivocado.

Se requiere valentía para asumir los riesgos necesarios del crecimiento. Dios te da el valor, el coraje, y las fuerzas, cuando confías en Él.

domingo, 3 de julio de 2011

Promesa tengo, bendición obtengo


Ahora bien, como Dios no miente, su promesa y su juramento no pueden cambiar. Esto nos consuela, porque nosotros queremos que Dios nos proteja, y confiamos en que él nos dará lo prometido. Hebreos 6:18

Los humanos muchas veces estamos llenos de promesas y de excusas a la vez. Por ejemplo una promesa que hacemos es “Te pagaré lo que te debo antes de que termine la semana”, pasa la semana y vuelves a decir “Disculpa, no pude pagarte porque utilicé el dinero para otra cosa”. Como humanos muchas veces prometemos cosas, pequeñas o no, que luego no cumplimos. Muchas veces las situaciones se nos van de control y no podemos cumplir con lo que prometemos.

Siempre algo nos puede ocurrir para impedir que cumplamos nuestras promesas, podemos cambiar de parecer, podemos tener un mal día, podemos estar cansados para hacerla o podemos no tener ganas. En la biblia se nos dice, más vale confiar en Dios que en el hombre. Porque ¿Acaso Dios puede estar de mal humor? ¿Acaso Dios “no puede tener tiempo” para cumplirla? ¿Acaso Dios puede cambiar de parecer? NO, NO y NO. En Números 23:19 dice << Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice? >>.

Puede ser que haya alguien que te esté fallando, seguramente haya alguien que te haya traicionado, que no haya prometido lo que te cumplió, pero no olvides que hay alguien que jamás te fallará: Dios. Nuestro Señor SIEMPRE se mantiene fiel, Él no dirá “Pues hoy no tengo ganas de cumplir mis promesas, mejor mañana”. Él no miente, no deja de cumplir lo que nos prometió.

¿Qué nos prometió? ¡Tantas cosas! Si lees la biblia descubrirás que en cada página de ella hay más de una promesa. La promesa principal está mencionada en Tito 1:2 << Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya había prometido antes de la creación. >> Vida eterna, una vida junto a Él, Dios nos prometió algo aún antes de que existiéramos, ¿Entiendes el poder de esa promesa? Han pasado más de miles de años desde que Dios creó al hombre, y aún Él mantiene su promesa. ¿Acaso aún dudas?

Los israelitas que salieron de Egipto dudaron de la promesa de Dios, y por eso se perdieron entrar en la tierra que Él les había prometido. << Por eso, mientras siga en pie la promesa de descansar con Dios, debemos tener cuidado. Sería una lástima que alguno de ustedes no pudiera recibir de Dios ese descanso. Porque nosotros oímos la buena noticia, igual que aquellos israelitas que salieron de Egipto. Sólo que a ellos no les sirvió de nada oírla, pues no creyeron en el mensaje. >> Hebreos 4:1-2. Es tiempo que dejes de dudar, es tiempo que dejes de confiar en hombres y empieces a confiar plenamente en Dios, Él es el único que cumplirá sus promesas. ¡No hay ni “si”, ni “no”, ni “pero” que detenga a nuestro Dios de cumplir una promesa!
  
Dios sólo te pide a cambio que creas en Él, que creas en que Él está día a día cumpliendo sus promesas, que si estás pasando por una situación difícil, creas de corazón en su promesa de que no te dejará solo. Cuando en la Biblia te dice “Nunca te dejaré abandonado” (Hebreos 13:5), es porque lo cumplirá. Si tú tienes un mal día, si este día cambiaste de parecer, si hoy tu fe se vio probada, Dios te dice: CONFÍA EN MI PROMESA, NO TE ABANDONARÉ. Si confías que promesas de Dios tienes, bendiciones de Él llegarán a tu vida.


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sábado, 2 de julio de 2011

Es inevitable no amarte


El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo, para que nosotros fuéramos perdonados por medio de su sacrificio. 1 Juan 4:10

El amor de Dios nace de Él, no de lo que encuentra en mí, ni de lo que encuentra en ti mi amado lector. El amor de Dios le nace desde muy adentro, no depende de lo que encuentra en nosotros porque Su amor es un amor sin causa y maravillosamente espontáneo. Como dijo una vez alguien muy conocido: “Nos amó. Así es, nos amó. Porque no podría haber hecho otra cosa”.

¿Acaso Dios nos ama por nuestra amabilidad? ¿Por nuestra bondad? ¿Por nuestra gran fe? No, nos ama por su amabilidad, su bondad, su gran fe. Juan lo plantea de la siguiente forma: <<El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y envió a su Hijo, para que nosotros fuéramos perdonados por medio de su sacrificio.>> (1 Juan 4:10)

¡¡Que maravilloso es saber esto!! El amor de Dios no depende de tu amor. La cantidad de tu amor no hace que el suyo aumente. Tu falta de amor no hace que el suyo disminuya. Tu bondad no eleva su amor, ni tu debilidad lo diluye. Dios nos dice lo mismo que  Moisés le dijo a Israel: << Pero si Dios los prefirió, no fue por ser ustedes un pueblo muy importante. Al contrario, eran el pueblo más insignificante de todos, si Dios los liberó de la esclavitud en Egipto, fue porque los ama. >> (Deuteronomio 7: 7-8)

Dios te ama simplemente porque así lo ha decidido. Te ama cuando no te sientes digno de que te amen. Te ama cuando nadie más lo hace. Puede que otros te abandonen, se separen de ti y te ignoren, pero Dios te amará. SIEMPRE. Pase lo que pase. Su amor por ti es infinito e inmutable.

Esto es lo que Él siente: <<A un pueblo que no me pertenece, lo llamaré mi pueblo. A un pueblo que no amo le mostraré mi amor.>> (Romanos 9:25)

Esta es su promesa: <<Con amor eterno te he amado; por lo tanto, te prolongué mi misericordia>> (Jeremías 31:3).

DEJEMOS QUE LAS PALABRAS SE QUEDEN EN NUESTROS OIDOS…SOMOS AMADOS.

Algunos de nosotros podemos describir y establecer con exactitud momentos específicos cuando supimos de manera total que Dios nos amaba. Su amor nos encuentra en el transcurso de nuestras vidas, dondequiera que estemos. Es como una suave y refrescante voz que nos lo recuerda en una brisa que nos endulza.

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viernes, 1 de julio de 2011

¿Yo robot?

AIRAOS, PERO NO PEQUEIS; no se ponga el sol sobre vuestro enojo. Efesios 4:26

Un corazón que alaba a Dios no puede estar triste, un corazón que ama Dios no puede enojarse, un corazón que ama a Dios no puede preocuparse.

De muchas personas he escuchado decir eso. Ahora yo pregunto: ¿Es que dejamos de ser seres humanos, con emociones, sentimientos, para pasar a ser robots? No es malo que te enojes, no es malo que te sientas triste; lo malo es que con todos esos sentimientos, si no los aprendes a dominar, harás locuras.

En lo particular, quiero hablarte con la verdad. Claro que te vas a enojar siendo un hijo de Dios, claro que te vas a sentir traicionado por las personas siendo un hijo de Dios, claro que las situaciones de la vida harán que tomes malas decisiones. Eso no es de extrañarnos. Lo que sí debe de extrañarnos es que no busquemos refugio en Dios para salir adelante.

Nuestras emociones Dios las puso en nosotros para que seamos seres con un razonamiento mayor. Somos la única especie sobre el planeta tierra que puede razonar. No permitas que tus sentimientos te quiten el raciocinio.

No es de otro mundo que llores, no es de otro mundo que te sientas triste. Lo que debe preocuparte es si entras en depresión. La depresión es el primer paso al suicidio. No negaremos que hemos conocido personas que han estado en esa situación, incluso nosotros mismos.

Este día quiero que nos sinceremos con Dios y le expresemos todos nuestros sentimientos. Dios es tu amigo, Dios es tu padre, Dios es tu abuelita, Dios es tu tía, Dios es tu hermano, Dios suple tu necesidad sentimental. Háblale tal cual Él es. Háblale como a tu hermano mayor pidiendo un consejo, háblale como a tu abuelita, háblale como a tu mamá o a tu papá. Dios quiere que le tengas la mayor confianza del mundo.

Dios no te va criticar porque le digas que estás molesto, triste, angustiado, feliz, preocupado o cualquiera que sea tu sentimiento. Dios se va alegrar que le cuentes tus problemas, porque justamente, eso es lo que Él quiere. Dios quiere llenarte de amor, de bondad, de esperanza. Pero sobre todo, Dios quiere llenarte de fe. Él quiere que seas su hijo o hija si aún no le conoces.