jueves, 5 de septiembre de 2013

Tu identidad en Dios








Sabes que cuando viajas a otro país debes presentar tu pasaporte, el cual tiene tu nombre, tu país de origen y otros datos que certifican quién eres, sin embargo, ¿Qué pasaría si olvidaras tu nombre o en qué país naciste? Terminarías sintiéndote desorientado en muchas de tus actividades diarias, ya que no tendrías claro cuál es tu lugar en la sociedad y cuáles son tus obligaciones y derechos.

Ahora bien, ¿Sabes que aparte de esa identidad legar también tienes un pasaporte espiritual que certifica quién eres? Es necesario que conozcas cuál es tu identidad en Jesucristo a fin de funcionar con todos tus privilegios  y responsabilidades espirituales.

En Efesios 1 muestra una lista fantástica de los derechos que posees en Jesús,  y Romanos 8 agrega otros privilegios, al igual que 1 Corintios 6:19 (tu cuerpo es morada del Espíritu) y Juan 15:15 (Eres amigo de Jesús)

La identidad oficial, determina los privilegios  y las obligaciones de una persona; Y así mismo ocurre en el terreno espiritual, no es normal que alguien actúe de manera contraria a su identidad. Aunque muchos cristianos lo hacen, viven como que si no tuviera esa enorme lista de privilegios de parte del Señor.

Si eso te ha pasado a ti o te está pasando, quizá la razón es que no tienes bien establecida en tu mente, tu identidad en Dios. No lo olvides: Lo que piensas que eres determina tu actitud ante la vida.

A la luz de estas reflexiones, haz lo siguiente: Mírate en un espejo, luego ve al espejo de la Palabra y repasa tu identidad en Jesús.  

Comprende que no eres cualquier persona, de modo que no puedes actuar como un individuo promedio. ¡Eres extraordinario! No permitas que otros pensamientos o actitudes se apoderen de ti y te engañen, diciéndote que no resultas gran cosa. ¡Eres un hijo de Dios! Fuiste colocado en esta tierra con un glorioso propósito. 

Darle honor y gloria al único que lo merece. ¡Eres un siervo del Señor de los cielos y representante de su reino para bendición de este mundo! ¡Así que actúa como tal!

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