Tiempo de producir frutos

 “Y viendo de lejos una higuera que tenia hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.  Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.” (Marcos 11:13-14)

Árbol que se corta,  para lo único que es útil es para ser madera para el Fuego.

Hoy en día muchos jóvenes viven decepcionados de la vida, amargados, dejan sus estudios, se dedican a perder el tiempo en vicios y cosas que no conducen a nada para un futuro prometedor; muchos llevan una vida que les está asegurando serán cortados.

Las apariencias engañan así como la higuera que aparentaba tener frutos; cuando no los poseía. Relaciono lo anterior con gente que habla mucho de Dios incluso por las redes sociales, se jactan de saber mucho de la biblia, citan versículos, etc. No satanizo lo anterior, Pero me pregunto ¿cuántos en realidad están viviendo el evangelio? ¿Cuántos poseen frutos dignos de arrepentimiento? ¿Cuántos realmente están pagando el precio?

Realmente son pocos; pues muchos quieren la Gloria y los aplausos sin querer pagar un precio. Muchos solo quieren recibir mas no quieren dar de sus frutos. Una cosa que tenemos que tener en claro es que los frutos no son para nosotros, sino para que otro venga y los tome. A menos que no tengas un fruto en absoluto, entonces tendríamos que evaluar que nos está sucediendo realmente, porque es que la gente no ve frutos en nosotros.

Cada día que Dios te permite es una buena oportunidad para producir los frutos y que sean de bendición a otros, frutos que beneficien a tu matrimonio, a tu familia, a tus compañeros de la Universidad y a todo el que puedas. El tiempo de Dios a tu vida ha llegado, deja toda improductividad; es el momento de dejar todo aquella improductividad y  cortarla de raíz.

Dios te ha diseñado para dar frutos dignos de arrepentimientos, recuerda que estamos plantados en una viña en la que nos podan, nos dan abono, y nos ayudan a dar frutos en el tiempo. 

El problema es que muchos se han acostumbrados a ser improductivos, ya es normal y viven el día a día y en vez de producir siguen como años anteriores; ven como la gente a su alrededor avanzan y ellos no, ven como la gente prospera y ellos siguen igual o en peores condiciones.

Pero como hijos no es válido que seamos como la higuera, que vivamos de apariencias, pues nosotros hemos visto la luz, conocemos al padre pues el hijo hace lo que el padre hace; pues ve un ejemplo y quiere ser como su modelo a seguir. 

Nosotros vivimos bajo la gracia, tenemos conocimiento de la palabra de Dios y es el momento de producir frutos que reflejen la palabra que por años hemos recibido; es increíble ver a jóvenes que recién se han vuelto a Dios y reflejan frutos visibles, jóvenes  apasionados por Dios, pero es porque ellos han puesto de su parte y han permitido que Dios trabaje en ellos y se han dejado moldear por el maestro.

Este es un año diferente en el que tendrás que trabajar duro, tendrás que esforzarte y ser productivo en cada área de tu vida y tendrás que  dejar que sea Dios el que te guie y te de la forma para producir y ser de bendición a otros. 

¿Y cuáles son los frutos que todo hijo de Dios debe reflejar? 

 “Más el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

Mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” (Gálatas 5:22-23)

Y si los frutos anteriores provienen del Espíritu conviene que andemos por el espíritu, si bien es cierto tener los nueve frutos parece una tarea complicada mas no imposible.

Si tan solo pudiéramos desarrollar uno solo, pero que lo pusiéramos en práctica de tal forma  que fuéramos de bendición a otros; entonces empezaríamos a ser productivos y estaríamos sirviendo a nuestro prójimo. 

La higuera era estéril,  aparentaba algo que no poseía, al final fue maldecida y no produjo más. No permitamos que nuestro orgullo y el querer sentirnos superiores nos lleven a “Aparentar” algo que No somos, pues es fácil mentirle a todos, incluso a ti mismo pero ¿quién podrá engañar al que todo lo ve?

Es el tiempo de levantarnos y empezar a producir frutos que agraden al Señor, que podamos ser útiles para el Reino aquí y ahora; pues de que sirve saber y reflexionar tanto la Biblia pero nos hacemos los desentendidos cuando vemos a los niños pasar hambre y desnudez, o vemos las necesidades en nuestras iglesias pero nos importa más tener lo último en la moda o ese sentimiento de querer mas y mas y no acordarte de los demás. 

 Vivimos afanados en el futuro y nos olvidamos de vivir el hoy; hablamos de un Reino de Dios “Futuro” y no nos hemos percatado que el Reino de Dios hace mas de 2,000 años se ha acercado, pero que te parece si dejamos de lado todo orgullo y apariencia, y comenzamos a producir los frutos para que sean puestos al servicio de los demás? Pues cuando Jesús sanaba o liberaba, él decía: “El Reino de Dios se ha acercado” 

Esto lo decía cada vez que ayudaba a su prójimo; como Iglesia joven, tenemos el desafío de producir esos frutos que agradan al Señor y  ponerlos por obra Hoy. 

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